Tratamiento de ascitis

El objetivo del tratamiento de la ascitis es controlar con éxito los síntomas y al mismo tiempo abordar la causa subyacente de la acumulación de líquido en la cavidad abdominal. Los planes de tratamiento difieren según el problema individual, pero con frecuencia están relacionados con dolencias como enfermedad renal, cáncer, insuficiencia cardíaca y cirrosis hepática. En el tratamiento se utilizan con frecuencia medicamentos como los diuréticos, que disminuyen la retención de líquidos, cambios en la dieta que limitan la ingesta de sodio y ajustes en el estilo de vida, como dejar el alcohol. Es posible que sean necesarios tratamientos como la paracentesis o la derivación portosistémica intrahepática transyugular (TIPS) para drenar el exceso de líquido o reducir la hipertensión en el portal en casos de excesos graves que no responden a la terapia convencional. Optimizar los tratamientos de ascitis y mejorar los resultados para los pacientes requiere una estrecha coordinación con los proveedores de atención médica y un seguimiento de rutina.
Reservar una citaAcerca del tratamiento de la ascitis
Síntomas de ascitis: incluyen distensión o hinchazón abdominal, sensación de malestar o dolor en la parte inferior del abdomen, dificultad para respirar, un trastorno alimentario, náuseas y aumento de peso corporal. Los casos graves pueden provocar problemas como hernias, fugas de líquido desde la parte inferior del abdomen y dificultad para agacharse o moverse cómodamente.
Causas de la ascitis: Varias enfermedades subyacentes pueden provocar ascitis, como insuficiencia cardíaca, cirrosis hepática, insuficiencia renal, infecciones como la tuberculosis, cáncer (especialmente cáncer abdominal como el de hígado, ovario o páncreas) o ciertos trastornos inflamatorios. Estas situaciones alteran el equilibrio del cuerpo entre la creación y la absorción de líquidos, lo que provoca que el líquido se acumule en la parte inferior del abdomen.
Remedios para la ascitis: El tratamiento de la ascitis tiene como objetivo controlar la causa subyacente, reducir los signos y síntomas y evitar las consecuencias. La causa subyacente se puede controlar con medicamentos, cambios en el estilo de vida u operaciones como el procedimiento para eliminar más líquido del estómago como remedio. Los diuréticos recetados se utilizan con frecuencia para reducir la retención de líquidos, mientras que las dietas con bajo contenido de sodio y otros cambios en la dieta pueden ayudar a controlar la acumulación de líquido. Para tratar la enfermedad hepática subyacente en situaciones extremas, se pueden considerar procedimientos quirúrgicos como un trasplante de hígado o una derivación portosistémica intrahepática transyugular (TIPS).
Factores de riesgo de ascitis
Los factores de riesgo aumentan la probabilidad de enfermarse; no los causan, pero sí influyen positivamente en los acontecimientos. Algunos factores de riesgo de ascitis son:
- Cirrosis: La vasodilatación esplácnica y la retención renal de sodio provocadas por la hipertensión portal en la cirrosis hepática dan lugar a ascitis.
- Cánceres: Cuando se propaga a los órganos abdominales, especialmente al hígado, el peritoneo puede crear una cantidad excesiva de líquido, una afección conocida como ascitis maligna.
- Tuberculosis: La tuberculosis provoca inflamación en el peritoneo, lo que aumenta la presión portal y provoca fugas de líquido de los capilares.
- Enfermedades del páncreas: Estas surgen de la acumulación de secreciones pancreáticas en el peritoneo como resultado de un daño.
- Hipercolesterolemia: Cuando el HDL y el LDL ingresan a la cavidad peritoneal, los niveles de colesterol ascítico aumentan, lo que conduce a ascitis en la carcinomatosis peritoneal.
- Insuficiencia cardíaca y renal: La obstrucción venosa provocada por la insuficiencia cardíaca produce una filtración de líquido hacia la cavidad peritoneal. La reabsorción de líquido se ve obstaculizada por la insuficiencia renal porque se impide el drenaje linfático.
- Consumo crónico de alcohol: La ascitis se caracteriza por una acumulación de líquido en el abdomen que produce edema y distensión del pie.
- Obesidad: La enfermedad del hígado graso provocada por acumulación de grasa puede provocar ascitis.
- Uso de drogas intravenosas: Las infecciones de hepatitis y la ascitis son causadas por el uso de drogas intravenosas en aproximadamente el 2% de los casos.
- Cáncer de ovarios: La ascitis puede aparecer cuando el cáncer de ovario ha progresado.
- Diabetes tipo 2: Esta condición puede dañar las arterias sanguíneas del hígado, provocando ascitis e hipertensión portal.
- Desnutrición severa: La descompensación y la ascitis se intensifican debido al impacto de la enfermedad hepática crónica en la ingesta de alimentos y el metabolismo de los nutrientes.
Complicaciones de la ascitis
Al tratar la ascitis se pueden evitar problemas de salud más graves como los siguientes:
- Infecciones de origen sanguíneo
- Hernias asociadas a ascitis
- Derrame de la pleura
- Electrolitos desequilibrados
- Una hernia
- Desnutrición en términos de proteínas y pérdida de peso
- Insuficiencia de los riñones
- Perforación del intestino
- Hidrotórax hepático
- Peritonitis bacteriana que se presenta espontáneamente
Procedimiento de tratamiento de la ascitis
Evaluación y Diagnóstico: La ascitis se diagnostica mediante un examen físico, pruebas de imágenes (como ecografía o tomografía computarizada) y análisis de laboratorio del líquido recolectado mediante paracentesis.
Identificación de la causa subyacente: Identificar y abordar la causa subyacente de la ascitis, que puede incluir cirrosis hepática, insuficiencia cardíaca, cáncer u otras afecciones, es esencial para un tratamiento eficaz.
Manejo de medicamentos: A menudo se recetan medicamentos diuréticos, como la espironolactona y la furosemida, para aumentar la producción de orina y reducir la retención de líquidos.
Modificaciones dietéticas: Por lo general, se recomienda a los pacientes que sigan una dieta baja en sodio para ayudar a reducir la acumulación de líquido en el abdomen.
Paracentesis: En los casos en que la ascitis sea grave o sintomática, se puede realizar una paracentesis. Esto implica insertar una aguja en la cavidad abdominal para drenar el exceso de líquido. Proporciona un alivio rápido de los síntomas y puede repetirse según sea necesario.
Infusión de albúmina: Después de la paracentesis, se puede administrar albúmina intravenosa para ayudar a prevenir una disminución del volumen sanguíneo y mantener el equilibrio de líquidos.
Gestión a largo plazo: El control regular de la ascitis, el ajuste de la medicación y las modificaciones del estilo de vida son componentes esenciales del tratamiento a largo plazo para prevenir la recurrencia y las complicaciones.
Derivaciones: Para drenar la ascitis, un gastroenterólogo inserta un tubo diminuto en el abdomen. Primero, limpiará y anestesiará la región. Luego, insertará con cuidado una aguja grande en la vena para abrirla. Colocará un tubo que va desde el cuello hasta el abdomen después de realizar una pequeña incisión en el pecho.
Derivación portosistémica intrahepática transyugular (TIPS): El médico inserta un stent de malla con un balón inflable en la vena del hígado, mejorando el flujo sanguíneo a través del abdomen.
Trasplante de hígado: La insuficiencia hepática relacionada con la cirrosis puede requerir un trasplante para reemplazar el hígado dañado con el hígado sano de un donante.
La estrecha colaboración entre los proveedores de atención médica y los pacientes es crucial durante todo el proceso de tratamiento para optimizar los resultados y mejorar la calidad de vida de las personas con ascitis.