Tratamiento del quiste de Baker
El tratamiento para el quiste de Baker incluye tratar la causa subyacente y aliviar los síntomas del quiste, que incluyen un agrandamiento lleno de líquido detrás de la rodilla. Para disminuir la inflamación y el malestar, las opciones de terapia conservadora incluyen reposo, compresas frías, elevaciones más altas y analgésicos de venta libre. Los ejercicios utilizados en fisioterapia pueden ayudar a fortalecer y aumentar la flexibilidad de los músculos que rodean la articulación de la rodilla. En casos raros, las inyecciones de corticosteroides o la aspiración (drenaje) del quiste pueden ofrecer un alivio momentáneo. Sin embargo, puede ser necesaria una intervención quirúrgica, como la eliminación del quiste o el tratamiento del problema articular primario, si los enfoques conservadores no son efectivos para aliviar el dolor o si un quiste reaparece con frecuencia.
Reservar una citaAcerca del tratamiento del quiste de Baker
Sintomas: Un agrandamiento lleno de líquido detrás de la rodilla es el síntoma típico de un quiste de Baker y con frecuencia viene acompañado de molestias en las articulaciones, rigidez y rango de movimiento reducido.
Causas: Acumulación excesiva de líquido sinovial (SF) en la articulación de la rodilla, generalmente provocada por enfermedades subyacentes como artritis, artritis reumatoide (AR) o lesión en la rodilla, lo que hace que se desarrolle el quiste.
Remedios: El objetivo del tratamiento es tratar la causa subyacente y controlar los signos y síntomas. El descanso, las compresas frías, la elevación y los analgésicos de venta libre son ejemplos de medidas conservadoras. Los ejercicios utilizados en fisioterapia pueden ayudar a aumentar la flexibilidad de las articulaciones y la fuerza muscular. Es posible que se requiera aspiración o inyecciones intravenosas de corticosteroides en situaciones específicas para disminuir la rigidez y la acumulación de líquido. Si el quiste continúa volviendo a crecer o si las medidas conservadoras no son efectivas, se podría recomendar la cirugía.
Procedimiento del tratamiento del quiste de Baker
Diagnóstico: Para confirmar el diagnóstico y determinar el tamaño y la ubicación del quiste, el médico revisa el historial médico del paciente, realiza un examen físico y puede solicitar pruebas de imagen como una resonancia magnética, una ecografía o una aspiración guiada por ecografía.
Tratamiento conservador: Para aliviar los síntomas y reducir la inflamación, la primera línea de tratamiento suele consistir en medidas conservadoras que incluyen reposo, bolsas de hielo, compresión y elevación, o terapia RICE.
El manejo del dolor: Se pueden recomendar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) o analgésicos de venta libre, como el paracetamol, para ayudar a tratar el malestar.
Aspiración: El médico puede usar una aguja para aspirar (drenar líquido del quiste) si el quiste es grande o produce síntomas importantes.
Inyección de corticosteroides: Para disminuir el malestar y la inflamación, ocasionalmente se puede administrar una inyección de corticosteroides en el quiste.
Terapia física: Se pueden sugerir ejercicios diseñados para fortalecer los músculos circundantes, aumentar la movilidad de las articulaciones y detener la recurrencia.
Cirugía: Es posible que se requiera una cistectomía, extirpación del quiste o reparación de problemas articulares subyacentes si la terapia conservadora no es efectiva o si el quiste sigue reapareciendo.