Cirugía de hemorroides

La cirugía de hemorroides, también conocida como hemorroidectomía, es un procedimiento médico que se realiza para tratar casos graves de hemorroides. Esta intervención quirúrgica implica la extirpación de vasos sanguíneos hinchados e inflamados en la zona anal y rectal. Por lo general, se realiza bajo anestesia y el cirujano puede usar varias técnicas, incluido cortar las hemorroides o usar un dispositivo de grapado para reposicionarlas. Se recomienda la cirugía de hemorroides cuando los tratamientos conservadores no brindan alivio.
Reservar una citaAcerca de la cirugía de hemorroides
La cirugía para las hemorroides consiste en tratar las venas hinchadas que rodean las zonas anal y rectal, también conocidas como hemorroides. Los casos graves pueden requerir cirugía si la afección no responde a los cambios en el estilo de vida o a los tratamientos no quirúrgicos. Las hemorroides se pueden clasificar en dos grupos: internas y externas, que pueden presentarse con síntomas de sangrado y dolor. Los intentos fallidos de tratamiento no quirúrgico, las hemorroides grandes que causan molestias con facilidad y las complicaciones como sangrado importante o coágulos de sangre pueden ser motivos para el tratamiento quirúrgico.
Causas de las hemorroides
Las almorranas, también conocidas como hemorroides, son el resultado de varios factores que contribuyen a la inflamación de los vasos sanguíneos en el área anal y rectal. Aquí hay cinco causas comunes:
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Esfuerzo durante las deposiciones: El esfuerzo crónico durante las deposiciones, a menudo debido al estreñimiento o al estar sentado durante mucho tiempo en el inodoro, puede ejercer presión sobre los vasos sanguíneos del recto, lo que lleva al desarrollo de hemorroides.
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Embarazo y parto: El aumento de presión sobre los vasos sanguíneos pélvicos durante el embarazo, junto con la tensión del parto, puede contribuir al desarrollo o exacerbación de las hemorroides.
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Obesidad: El sobrepeso o la obesidad ejercen una presión adicional sobre las venas rectales, lo que aumenta el riesgo de desarrollar hemorroides. Mantener un peso saludable es crucial para prevenir esta afección.
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Dieta baja en fibra: La ingesta inadecuada de fibra puede provocar estreñimiento, lo que provoca heces duras y secas que requieren esfuerzo durante las deposiciones. Esta cepa puede contribuir a la formación de hemorroides.
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Estilo de vida sedentario: La falta de actividad física y períodos prolongados de estar sentado o de pie pueden impedir el flujo sanguíneo en la zona rectal, contribuyendo al desarrollo de hemorroides. El ejercicio regular promueve la circulación adecuada y ayuda a prevenir esta afección.
Síntomas de hemorroides
Las hemorroides, comúnmente conocidas como almorranas, se presentan con síntomas distintivos que pueden variar en gravedad. Aquí hay seis signos comunes asociados con esta condición:
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Sangrado rectal: Uno de los síntomas principales es la sangre de color rojo brillante durante o después de una evacuación intestinal. Este sangrado ocurre cuando los vasos sanguíneos inflamados se rompen, lo que provoca sangre en el papel higiénico o en la taza del inodoro.
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Dolor y malestar: Las hemorroides pueden causar dolor y malestar, especialmente durante las deposiciones. Esto puede incluir sensaciones de dolor, ardor o picazón alrededor de la región anal.
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Picazón e irritación anal: Las almorranas pueden provocar picazón persistente e irritación alrededor del ano, a menudo exacerbadas por la presencia de secreción mucosa de los vasos sanguíneos inflamados.
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Hinchazón y formación de bultos: Las hemorroides externas pueden causar hinchazón visible o un bulto alrededor del área anal. Esto se puede sentir durante el autoexamen o puede notarse externamente.
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Protrusión durante las deposiciones: Las hemorroides internas pueden prolapsarse o sobresalir fuera de la abertura anal durante las deposiciones. Esto puede provocar una sensación de evacuación incompleta.
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Defecación dolorosa: Las personas con almorranas pueden experimentar dolor o malestar al defecar, especialmente si las hemorroides están inflamadas o si hay fisuras anales.
Tipos de cirugía de hemorroides
Muchos procedimientos quirúrgicos pueden tratar las hemorroides, incluidos los siguientes:
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Hemorroidectomía: Elimina el exceso de tejido causante de hemorroides, perfecto para situaciones más grandes o complicadas pero que conlleva una recuperación más prolongada.
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Hemorroidopexia con grapas: Dispositivo de grapado para reducir las hemorroides internas con menos dolor y una recuperación más rápida en comparación con la cirugía convencional.
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Ligadura de la arteria hemorroidal (HAL): Identificación de las arterias nutricias y ligarlas para disminuir el suministro de sangre a las hemorroides.
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Trombectomía de hemorroides externas: El procedimiento alivia el dolor inmediatamente después de eliminar el coágulo.
Riesgos de la cirugía de hemorroides
Al igual que cualquier cirugía, la cirugía de hemorroides conlleva ciertos riesgos y complicaciones inherentes. Es importante conocer estos riesgos de antemano. A continuación, se incluye un resumen:
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Sangría: Se prevé que se produzca después de la cirugía. Sin embargo, puede producirse un sangrado excesivo.
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Infección: Existe riesgo de infección en el lugar de la cirugía.
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Reacciones a la anestesia: La anestesia rara vez ha provocado reacciones.
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Dolor y estreñimiento: El dolor postoperatorio de la hemorroidectomía tradicional puede afectar el movimiento intestinal.
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Retención urinaria: La hinchazón puede dificultar la micción.
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Estenosis anal: La cicatrización puede provocar un estrechamiento del canal anal.
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Incontinencia fecal: Los daños raros a los músculos pueden provocar dificultad para controlar los intestinos.
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Frecuencia: Las hemorroides pueden reaparecer después de la cirugía.
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Curación lenta: Las heridas pueden tardar en sanar y existe un alto potencial de formación de coágulos sanguíneos.
Los problemas de salud, el tabaquismo y la obesidad se encuentran entre los factores que aumentan aún más el riesgo.
Beneficios de la cirugía de hemorroides
La cirugía de hemorroides es beneficiosa para las personas que sufren síntomas graves o persistentes de hemorroides. A continuación, se enumeran sus ventajas:
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Dolor y malestar: El dolor crónico, la picazón y el malestar debido a las hemorroides grandes desaparecen después de la cirugía, creando una mejor calidad de vida.
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No más sangrado: Las hemorroides suelen causar sangrado rectal. La cirugía detiene el sangrado, trata el síntoma más importante y previene posibles consecuencias como la anemia.
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Calidad de vida mejorada: La cirugía de hemorroides es capaz de mejorar la calidad de vida al ofrecer alivio del dolor, el malestar, la pérdida de sangre y permitir el retorno completo a la actividad normal.
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Solución de casos complicados: La intervención quirúrgica está indicada en casos graves y complicados, es decir, donde la intervención conservadora ha fracasado en hemorroides grandes o prolapsadas y trombosadas.
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Solución permanente: Las hemorroides se pueden aliviar de forma permanente mediante cirugía de hemorroides para que las personas no tengan que depender de un tratamiento médico continuo.
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Minimiza los riesgos de complicaciones: La eliminación de hemorroides no conlleva riesgo de complicaciones como estrangulación o trombosis.
- Procedimientos Especiales: La hemorroidopexia con grapas y la ligadura de la arteria hemorroidal se asocian con una reducción del dolor y una recuperación rápida. La trombectomía de hemorroides externas es un alivio rápido de un episodio doloroso.
Procedimiento de cirugía de almorranas
La cirugía de hemorroides, o hemorroidectomía, es una intervención médica que se realiza para tratar casos graves de hemorroides que no responden a tratamientos conservadores. A continuación se ofrece una descripción general del procedimiento de tratamiento en cinco puntos clave:
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Evaluación y Diagnóstico Médico: Antes de recomendar la cirugía, un médico realiza un examen exhaustivo, que a menudo incluye un tacto rectal, para evaluar la gravedad y el tipo de hemorroides. Se pueden utilizar procedimientos de diagnóstico como la anoscopia o la sigmoidoscopia para visualizar el recto y confirmar el diagnóstico.
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Anestesia e Incisión: La cirugía de hemorroides generalmente se realiza bajo anestesia general para garantizar la comodidad del paciente. Luego, el cirujano hace una incisión en el área afectada, exponiendo el tejido hemorroidal.
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Eliminación de hemorroides: El cirujano extirpa el tejido hemorroidal hinchado e inflamado. La técnica puede implicar la escisión con un bisturí o el uso de un dispositivo de grapado para reposicionar y cortar el suministro de sangre a las hemorroides. La elección del método depende del caso específico y de la preferencia del cirujano.
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Cierre de Incisiones: Después de extraer el tejido hemorroidal, las incisiones se cierran con puntos o se dejan abiertas para que cicatricen de forma natural, según el abordaje quirúrgico. En algunos casos, el cirujano puede colocar un vendaje o una compresa para ayudar en el proceso de curación.
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Cuidados postoperatorios y recuperación: Después de la cirugía, los pacientes reciben atención posoperatoria para controlar el dolor, prevenir infecciones y promover la curación. Los tiempos de recuperación varían, pero la mayoría de las personas pueden reanudar sus actividades normales en unas pocas semanas. Mantener una dieta rica en fibra, mantenerse hidratado y adoptar hábitos intestinales saludables son componentes esenciales del cuidado posoperatorio para prevenir la recurrencia y garantizar una recuperación óptima.