Trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH)
Acerca del trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH)
El trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH) se emplea para tratar diversos trastornos hematológicos y su necesidad surge de causas subyacentes específicas. Aquí hay seis razones comunes para someterse a un TCMH:
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Cánceres de sangre: El TCMH es un tratamiento primario para neoplasias hematológicas como leucemia, linfoma y mieloma. El procedimiento tiene como objetivo reemplazar la médula ósea enferma con células madre sanas para erradicar las células cancerosas.
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Síndromes de insuficiencia de la médula ósea: Condiciones como la anemia aplásica o los síndromes mielodisplásicos (MDS) implican una función deteriorada de la médula ósea. HSCT proporciona una nueva fuente de células madre sanas para restaurar la hematopoyesis normal.
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Trastornos genéticos de la sangre: Las afecciones hereditarias como la anemia falciforme, la talasemia o ciertas deficiencias inmunitarias pueden requerir un TCMH. Introduce células madre genéticamente normales para corregir o reemplazar las defectuosas.
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Enfermedades autoinmunes: Los trastornos autoinmunes graves, como el lupus eritematoso sistémico (LES) o la esclerosis múltiple, pueden tratarse con TCMH para restablecer el sistema inmunológico y aliviar los síntomas.
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Desordenes metabólicos: Algunas afecciones metabólicas hereditarias, como el síndrome de Hurler o la adrenoleucodistrofia, pueden beneficiarse del TCMH para proporcionar células madre funcionales y mitigar la progresión de la enfermedad.
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Neuroblastoma de alto riesgo: El TCMH es parte de la estrategia de tratamiento para el neuroblastoma de alto riesgo en pacientes pediátricos, cuyo objetivo es eliminar las células cancerosas residuales después de terapias agresivas.
Procedimiento de trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH)
El trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH) es un procedimiento médico complejo que se utiliza para tratar diversos trastornos relacionados con la sangre. El proceso de tratamiento implica varios pasos clave:
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Preparación y Acondicionamiento: Antes del trasplante, los pacientes se someten a un régimen de acondicionamiento, que a menudo incluye quimioterapia y/o radioterapia. Su objetivo es eliminar las células enfermas, inhibir el sistema inmunológico y crear un entorno favorable para las células trasplantadas.
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Colección de Células Madre: Las células madre hematopoyéticas se obtienen del paciente (trasplante autólogo), de un donante compatible (trasplante alogénico) o de la sangre del cordón umbilical. Los métodos de recolección pueden incluir aspiración de médula ósea, aféresis o almacenamiento de sangre del cordón umbilical.
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Infusión de células madre: Las células madre recolectadas se infunden en el torrente sanguíneo del paciente a través de un catéter venoso central. Las células migran a la médula ósea, donde comienzan el proceso de restablecer una población de células sanguíneas nueva y saludable.
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Injerto: Las células madre trasplantadas se depositan en la médula ósea y comienzan a producir nuevas células sanguíneas. El injerto es una fase crítica, durante la cual los recuentos sanguíneos del paciente se recuperan gradualmente.
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Monitoreo post-trasplante: Los pacientes son monitoreados de cerca para detectar signos de enfermedad de injerto contra huésped (en alotrasplantes), infecciones y otras posibles complicaciones. Se proporciona atención de apoyo, incluidas transfusiones de sangre y medicamentos, según sea necesario.
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Recuperación y seguimiento: Después de un injerto exitoso, los pacientes entran en una fase de recuperación. Las visitas de seguimiento periódicas, los análisis de sangre y los estudios de imágenes controlan su salud, y se pueden administrar tratamientos adicionales para prevenir o controlar posibles complicaciones.