Audífono de conducción ósea

Los audífonos o sistemas auditivos de conducción ósea, también conocidos como dispositivos osteointegrados o anclados al hueso, son una tecnología innovadora aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para tratar algunos tipos específicos de pérdida auditiva. Existen opciones quirúrgicas y no quirúrgicas para los sistemas auditivos de conducción ósea. Estos audífonos se pueden usar para uno o ambos oídos y, si es necesario, se pueden usar junto con un audífono tradicional en el oído opuesto.
Reservar una citaAcerca de los audífonos de conducción ósea
La cirugía de audífonos de conducción ósea se utiliza en candidatos que tienen pérdida auditiva conductiva, pérdida auditiva neurosensorial profunda unilateral o pérdida auditiva mixta, lo que significa que es tanto conductiva como neurosensorial. Los pacientes pueden usar una diadema para audífonos de conducción ósea o pueden fijarla directamente a la piel con un adhesivo. Un dispositivo auditivo de conducción ósea consta de dos componentes: un procesador externo y un dispositivo implantado quirúrgicamente. Hay dos tipos de implantes de conducción ósea: uno con un dispositivo que sobresale a través de la piel para la fijación del procesador y otro completamente implantado debajo de la piel, utilizando un imán dentro del procesador para la fijación.
Procedimiento de audífono de conducción ósea
El procedimiento para usar audífonos de conducción ósea es diferente para los métodos quirúrgicos y no quirúrgicos.
Los dispositivos no quirúrgicos se pueden fijar a la piel directamente con pegamento o usarse con una diadema. Esta es la opción ideal para personas con pérdida auditiva moderada o para quienes no pueden someterse a una cirugía, o para niños que no tienen la edad suficiente para la operación quirúrgica.
El componente interno de los dispositivos quirúrgicos se coloca en el hueso detrás de la oreja y debajo de la piel. En el abordaje percutáneo, el procesador externo se fija a un poste de titanio que sobresale a través de la piel. En la alternativa transcutánea, los imanes que atraviesan la piel conectan el componente interno al procesador externo.
No existe un límite de edad superior para la conducción ósea, pero los niños deben tener al menos cinco años (o 12 años para tipos de dispositivos específicos) para someterse a la cirugía.