Lupus eritematoso

El lupus eritematoso sistémico (LES), comúnmente conocido como lupus, es una enfermedad autoinmune crónica que puede afectar varias partes del cuerpo, incluida la piel, las articulaciones, los riñones, el corazón, los pulmones, las células sanguíneas y el cerebro. Los síntomas comunes incluyen erupción cutánea, fatiga, problemas renales, dolor de pecho, fiebre y otros. El diagnóstico a menudo implica una historia médica completa, un examen físico y una evaluación de los síntomas.
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Acerca del lupus eritematoso
El tratamiento del lupus implica una combinación de medicamentos para abordar diversos síntomas y controlar la respuesta inmunitaria. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) se utilizan para aliviar el dolor y la inflamación, mientras que los medicamentos antipalúdicos ayudan a controlar la enfermedad y reducir los brotes. En casos graves, se recetan agentes inmunosupresores y corticosteroides para suprimir el sistema inmunológico hiperactivo. Además de la medicación, las modificaciones del estilo de vida, como la protección solar y el control del estrés, desempeñan un papel crucial a la hora de minimizar los síntomas y mejorar el bienestar general. Los chequeos regulares y la comunicación abierta con los proveedores de atención médica son esenciales para diseñar planes de tratamiento personalizados y lograr mejores resultados a largo plazo para los pacientes con lupus.
Procedimiento del lupus eritematoso
El tratamiento del lupus eritematoso sistémico (LES) implica un enfoque integral destinado a controlar los síntomas, prevenir los brotes y minimizar el daño a los órganos.
El diagnóstico a menudo implica una historia médica completa, un examen físico y una evaluación de los síntomas. Se pueden realizar estudios de imágenes, como radiografías o ecografías, para evaluar la afectación de los órganos.
Se pueden usar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) para controlar el dolor y la inflamación. Se pueden recetar corticosteroides o medicamentos inmunosupresores para suprimir la respuesta inmune hiperactiva.
En algunos casos, se pueden recetar agentes biológicos, como belimumab, para atacar aspectos específicos del sistema inmunológico involucrado en el lupus.
El seguimiento regular por parte de los proveedores de atención médica es esencial para evaluar la actividad de la enfermedad, administrar los medicamentos y abordar los síntomas o complicaciones emergentes.
En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para abordar complicaciones específicas o daños a órganos causados por el lupus.