Cáncer de glándula salival

El cáncer de glándulas salivales es una neoplasia maligna poco común que crece en el tejido conectivo de las glándulas salivales, también llamadas glándulas salivales, que generan saliva para ayudar en la digestión y la salud bucal. Los síntomas potenciales son hinchazón o bulto en la boca, la cara o el cuello, entumecimiento o debilidad facial, dificultad para tragar o malestar persistente. El envejecimiento, ciertas enfermedades hereditarias y la exposición a la radiación son indicadores de riesgo de cáncer de glándulas salivales. Por lo general, se utiliza la cirugía para eliminar el tumor y las células cancerosas que quedan se tratan con radioterapia o quimioterapia. Para obtener resultados exitosos, la detección temprana y el tratamiento oportuno son importantes.
Reservar una citaAcerca del cáncer de glándulas salivales
Los tumores de las glándulas salivales son los más raros entre los tumores de cabeza y cuello que se originan en las glándulas salivales. Estas glándulas producen saliva, la cual es importante para la digestión, la humectación bucal y la protección dental. Existen tres pares principales de glándulas salivales: parótida, submandibular y sublingual, ubicadas debajo y detrás de la mandíbula. La mayoría de los tumores de glándulas salivales que se encuentran se presentan en la glándula parótida, pero la mayoría son benignos. El tratamiento suele ser quirúrgico y puede complementarse con otras terapias adecuadas para los cánceres de glándulas salivales.
Tipos de cáncer de glándulas salivales
Los cánceres de glándula salival constituyen un grupo heterogéneo y se clasifican según el tipo de célula de la que surgen. A continuación, se detallan algunos de los más comunes:
1. Carcinoma mucoepidermoide: El cáncer de glándula salival más común varía de crecimiento lento a crecimiento rápido y comienza principalmente en la glándula parótida.
2. Carcinoma adenoide quístico: Este tumor tiende a crecer junto con los nervios, lo que provoca dolor y parálisis facial. Crece lentamente y se dice que metastatiza con frecuencia; predomina en las glándulas salivales menores.
3. Carcinoma de células acínicas: Se trata de un cáncer de crecimiento lento que se desarrolla a partir de las células acinares que producen saliva y su sitio más común es la glándula parótida.
4. Adenocarcinoma: Un término muy amplio que abarca diversas formas de neoplasias glandulares malignas. Puede originarse en cualquiera de las glándulas salivales.
5. Maligno mixto: Tumores con una población mixta de diversos tipos de células, como el carcinoma ex adenoma pleomórfico, en el que un tumor benigno sufre una transformación maligna.
6. Adenocarcinoma polimorfo de bajo grado: Es un cáncer de crecimiento lento con diseminación metastásica distante poco frecuente que ocurre sólo en las glándulas salivales menores y tiene un pronóstico relativamente bueno.
7. Carcinoma del conducto salival: Este grupo significativamente agresivo de carcinoma de glándulas salivales es un carácter de alto grado.
8. Carcinoma de células escamosas: También puede ocurrir dentro de las glándulas salivales.
Síntomas del cáncer de glándula salival
El cáncer de glándula salival puede manifestarse con parálisis o debilidad facial continua, dolor o debilidad, problemas para tragar o abrir completamente la boca y una hinchazón o bulto en el área de la cara, la boca o el cuello que no desaparece. El dolor crónico en los oídos o la pérdida de audición, los cambios en el gusto o las dificultades para mover la boca y la opresión o el dolor facial inexplicable también pueden ser signos de cáncer de glándulas salivales.
Algunos signos y síntomas comunes incluyen:
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Bulto o hinchazón: Este síntoma primario puede ocurrir en el oído, la mejilla, la mandíbula, el labio o dentro de la boca y puede presentar diversos grados de dolor.
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Dolor: Dolor constante en la zona de un bulto o en la cara, la mandíbula, la oreja o el cuello.
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Entumecimiento o debilidad: Se presenta en la cara y puede indicar afectación del nervio facial.
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Entumecimiento facial: La parálisis facial es una caída en una parte de la cara.
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Disfunción oral: Dificultad para tragar y abrir la boca.
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Drenaje de líquidos: Cualquier líquido que drena del oído.
Causas del cáncer de glándulas salivales
Aunque no se conocen las causas de la mayoría de los cánceres de glándulas salivales, algunos factores de riesgo pueden conducir a este tipo de cáncer.
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El cáncer de glándulas salivales puede manifestarse con parálisis o debilidad facial continua, dolor o debilidad, problemas para tragar o abrir completamente la boca y una hinchazón o un bulto en la cara, la boca o el área del cuello que no desaparece.
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El dolor crónico en los oídos o pérdida de audición, cambios en el gusto o dificultades para mover la boca y tensión o dolor facial inexplicable también pueden ser signos de cáncer de las glándulas salivales.
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La mayoría de los cánceres de glándulas salivales no son hereditarios, pero en algunos casos la genética puede influir.
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Una alteración en el ADN lo cambia de tal manera que convierte las células en células cancerosas que invaden y destruyen los tejidos sanos.
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Los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar tumores benignos en las glándulas salivales, como el tumor de Warthin, que también puede conducir al desarrollo de tumores malignos y a futuros padecimientos de cáncer.
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Las sustancias expuestas en el trabajo, como los compuestos de níquel, el polvo de sílice, el amianto y la fabricación de caucho, son peligrosas.
Estadificación del cáncer de glándulas salivales
Estadificación del cáncer de glándulas salivales: Los médicos cuentan con un sistema de estadificación de la propagación del cáncer para planificar estrategias de tratamiento con sus pacientes. A continuación, se presenta un resumen.
Estadificación del cáncer de glándulas salivales: va del 0 al IV: el estadio 0 es el más temprano y el estadio IV es el más avanzado.
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Etapa I: Pequeño tumor dentro de la glándula salival; la enfermedad no se propaga a los ganglios linfáticos.
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Etapa II: Un tumor más grande que no se ha diseminado más allá de los ganglios linfáticos o sitios distantes.
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Etapa III: Tumor potencialmente más grande que podría o no afectar el ganglio linfático cercano.
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Etapa IV: El cáncer se ha desarrollado en tejidos cercanos, múltiples ganglios linfáticos o áreas distantes.
Las definiciones son específicas y se basan en las mediciones de cada estadio. La estadificación varía según el cáncer de glándulas salivales, mayor o menor. Para obtener información precisa sobre la estadificación, consulte con un profesional médico.
Factores de riesgo del cáncer de glándulas salivales
Los factores de riesgo aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer de glándulas salivales, pero no son una garantía. Algunas personas presentan factores de riesgo sin la enfermedad, mientras que otras la padecen sin conocer la causa. Se analizarán algunos de los factores de riesgo más importantes.
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Exposicion a la radiación: La radiación previa en el cuello y la cabeza y la exposición ocupacional aumentan el riesgo.
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Edad avanzada: Existe un riesgo creciente de cáncer de glándulas salivales asociado con el aumento de la edad.
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Fumar: Fumar está significativamente relacionado con el aumento del riesgo de tumores benignos y malignos en las glándulas salivales.
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Exposiciones ocupacionales: Algunos agentes de exposición en el lugar de trabajo aumentan la susceptibilidad.
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Infección por virus: Ciertas infecciones virales como el virus de Epstein-Barr, el virus del papiloma humano y el VIH aumentan los riesgos.
Complicaciones del cáncer de glándulas salivales
Estas son algunas posibles complicaciones del cáncer de glándulas salivales y su tratamiento:
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Daño al nervio facial: Puede producirse a partir de un tumor o una cirugía que cause parálisis.
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Trismo: Dificultad para abrir la boca.
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Cáncer: Se propaga a los ganglios linfáticos o a órganos distantes.
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Frecuencia: Puede volver a aparecer en un lugar o en otro.
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Boca seca crónica: La radioterapia puede secar las glándulas salivales de forma permanente.
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Efecto psicológico: Enfrentar un cáncer a veces genera ansiedad y depresión.
Prevención
La prevención no ofrece una solución definitiva para el cáncer de glándulas salivales, ya que sus causas son poco conocidas. Las siguientes recomendaciones pueden ayudar a reducir el riesgo o, mejor aún, a mantenerse saludable:
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Evite toda radiación y terapia administrada previamente.
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Deje de tomar cualquier producto de tabaco, incluido fumar.
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Prohibición de sustancias nocivas en el trabajo.
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Mantener un buen mantenimiento bucal para el bienestar general.
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Mantener un estilo de vida saludable (dieta equilibrada y ejercicio con un mínimo consumo de alcohol).
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Esté atento a los signos en la cara, el cuello o la boca e informe inmediatamente al médico si presenta síntomas.
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Considere la prevención del VPH siempre que sea posible.
Tenga en cuenta que las visitas regulares al médico pueden marcar la diferencia en el mundo actual. Sin embargo, estas medidas no garantizan que las personas se beneficien de ellas.
Tratamiento para el cáncer de glándulas salivales: La quimioterapia o la radioterapia se utilizan a menudo para matar cualquier célula cancerosa que aún pueda estar presente después de que el tumor haya sido eliminado quirúrgicamente. En ciertos casos, también se puede utilizar un tratamiento específico o inmunología para atacar mejor las células cancerosas o para estimular la lucha del sistema inmunológico contra la enfermedad maligna. Es necesario un diagnóstico rápido y una planificación cuidadosa del tratamiento para mejorar el pronóstico de los pacientes con cáncer de glándulas salivales.
Procedimiento del cáncer de glándula salival
Diagnóstico: Los primeros pasos del proceso implican una extensa historia clínica y un chequeo físico, prestando especial atención a la región de la cabeza y el cuello. Se pueden realizar procedimientos de diagnóstico que incluyen investigaciones por imágenes (CT, MRI, PET), aspiración con aguja fina, una biopsia o una biopsia con aguja gruesa para verificar el diagnóstico y determinar la extensión del cáncer.
Evaluación preoperatoria: Antes de la cirugía, los pacientes se someten a una evaluación integral para determinar su salud general y la idoneidad quirúrgica. Esto puede incluir electrocardiogramas (ECG), pruebas de función pulmonar y análisis de sangre. Los pacientes también pueden recibir instrucciones sobre cómo tomar medicamentos y ayunar antes de la cirugía.
anestesia: Para garantizar que el paciente se sienta cómodo y sin dolor durante la cirugía, se le administra anestesia el día anterior. El método quirúrgico específico y la condición del paciente determinarán si se utiliza anestesia general o local.
Abordaje quirúrgico: El tratamiento quirúrgico del cáncer de glándulas salivales depende de varios factores, incluida la ubicación, el tamaño y la extensión del tumor, así como el impacto de las estructuras cercanas. Las opciones de cirugía incluyen parotidectomía total, parotidectomía superficial, escisión de la glándula submandibular y disección del cuello.
Terapia de radiación: Los rayos de alta energía destruyen las células cancerosas. A veces se utiliza después de una cirugía para eliminar las células residuales, suele ser el tratamiento de primera elección si no se puede realizar una cirugía o se utiliza para aliviar los síntomas del cáncer avanzado.
Quimioterapia: Agentes que destruyen las células cancerosas en todo el cuerpo. Generalmente se aplican en casos de cáncer generalizado o se usan junto con la radioterapia.
Terapia Dirigida: Utiliza medicamentos que atacan puntos débiles específicos de las células cancerosas. Esto puede utilizarse si los tumores no pueden reubicarse quirúrgicamente.
Inmunoterapia: Ayuda al sistema inmunitario a combatir el cáncer. También se está popularizando en el tratamiento de diversos tipos de cáncer.
Radiosensibilizadores: Se trata de medicamentos que mejoran la sensibilidad de las células cancerosas a la radiación; futuras investigaciones en terapias combinadas mejorarían potencialmente el tratamiento del cáncer de las glándulas salivales.
Extirpación de tumores: Durante todo el proceso, el cirujano extirpa cuidadosamente el tejido maligno, salvaguardando el tejido bueno circundante y los sistemas importantes como los vasos sanguíneos. La cantidad de tejido extirpado depende del tamaño, la ubicación y la probabilidad de recurrencia del tumor.
Reconstrucción: Si se ha perdido una cantidad significativa de tejido durante la extirpación del tumor, es posible que se requiera una cirugía de reconstrucción para restaurar la función y la apariencia. Esto puede implicar el uso de técnicas como el cierre primario, colgajos de tejido locales y transferencia de tejido libre microvascular.
Cuidado Postoperatorio: Después de los procedimientos quirúrgicos, los pacientes son monitoreados de cerca en el área de recuperación para detectar cualquier signo de lesión nerviosa, sangrado o infección. La rehabilitación, el manejo del dolor y el cuidado de heridas son ejemplos de atención a pedido. Los pacientes reciben instrucciones postoperatorias que incluyen restricciones en sus actividades y nutrición, además de citas de seguimiento para seguimiento y, si es necesario, tratamiento adyuvante.