Inserción de bomba de globo intraaórtico

La implantación de un balón de contrapulsación intraaórtico (BCIA) es un tratamiento utilizado para mantener la función cardíaca en pacientes que se someten a una cirugía de alto riesgo o que padecen insuficiencia cardíaca. Durante la cirugía se introducen cuidadosamente un globo desinflado y un catéter en la aorta a través de una arteria periférica, generalmente la arteria femoral, y se colocan en la aorta descendente. Después de colocarlo, un globo se infla y desinfla al ritmo de los latidos del corazón, lo que aumenta el flujo de sangre durante la diástole y disminuye la tensión sobre el corazón. A la espera de más intervenciones o durante cirugías complicadas, este breve soporte mecánico ayuda a mejorar el gasto cardíaco, aumentar la perfusión de las arterias coronarias y mantener el estado del paciente.
Reservar una citaAcerca de la inserción de una bomba con balón intraaórtico
Signos y síntomas: El infarto de miocardio, también conocido como ataque cardíaco, puede causar dolor o malestar en el pecho, dificultad para respirar, vómitos, náuseas y otras partes superiores del cuerpo como los brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.
Causas: Un infarto de miocardio es causado por un bloqueo prolongado del flujo sanguíneo a un área específica del corazón. Esta obstrucción suele ser el resultado de una rotura de placa en la arteria coronaria, lo que provoca que se desarrolle un coágulo de sangre e impida el flujo sanguíneo.
Remedios: El tratamiento rápido de un infarto de miocardio implica administrar medicamentos como medicamentos, trombolíticos y betabloqueantes, además de operaciones como injerto de derivación de arteria coronaria, también llamado CABG, o intervención coronaria percutánea, también conocida como PCI, para minimizar el daño al músculo cardíaco y restaurar el flujo de sangre al área afectada. Una buena dieta, ejercicio frecuente, dejar de fumar, controlar el estrés y otras modificaciones en el estilo de vida pueden ayudar a evitar futuros incidentes.
Procedimiento de inserción de bomba con balón intraaórtico
Evaluación de emergencia: Es necesario buscar asistencia médica inmediata si existe la sospecha de un infarto de miocardio. Los médicos llevan a cabo una extensa
Medicamentos: evaluación, que incluye análisis de sangre, un electrocardiograma (ECG) y un examen físico para confirmar el diagnóstico.
medicamento: Para reducir los síntomas y evitar más problemas, los pacientes reciben medicamentos. La aspirina, la nitroglicerina, los betabloqueantes, los inhibidores de la ECA, las estatinas y los trombolíticos para disolver los coágulos de sangre son algunos ejemplos de ellos.
Terapia de oxigeno: El aumento de los niveles de oxígeno en sangre reduce la carga de trabajo cardíaco y mejora la oxigenación de los tejidos. Es por eso que con frecuencia se administra oxigenoterapia.
Terapia de reperfusión: Para minimizar el daño al músculo cardíaco y restaurar el flujo sanguíneo a la arteria coronaria dañada, se lleva a cabo inmediatamente una terapia de reperfusión, como una intervención coronaria percutánea (ICP) o una terapia trombolítica.
Angiografia coronaria: Para determinar la ubicación y la gravedad de las obstrucciones de las arterias coronarias y para informar futuras opciones de tratamiento, los pacientes pueden someterse a una angiografía coronaria.
Rehabilitación cardiaca: Para maximizar la recuperación y evitar eventos cardíacos posteriores, los pacientes pueden participar en programas de rehabilitación cardíaca después de recibir cuidados intensivos. Estos programas incluyen ejercicio supervisado, educación y asesoramiento.
Modificaciones de estilo de vida: Para reducir las posibilidades de sufrir otro infarto de miocardio, se recomienda a los pacientes que adopten prácticas de estilo de vida saludables para el corazón, como llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio con frecuencia, dejar de fumar, controlar el estrés y tomar los medicamentos recetados según las indicaciones.