Tratamiento de la pericarditis

La pericarditis es la hinchazón e irritación del tejido delgado en forma de saco que rodea el corazón (pericardio). Además, la pericarditis suele provocar un dolor agudo en el pecho. El dolor en el pecho aumenta cuando las capas irritadas del pericardio se rozan entre sí.
El tratamiento de la pericarditis tiene como objetivo aliviar los síntomas, reducir la inflamación y prevenir complicaciones. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo por la pericarditis.
Reservar una citaAcerca del tratamiento de la pericarditis
El tratamiento de la pericarditis se centra en reducir la inflamación, aliviar los síntomas y abordar la causa subyacente, si se identifica. El enfoque puede implicar medicación, modificaciones en el estilo de vida y, en casos raros, procedimientos más invasivos.
Los síntomas comunes incluyen:
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Tos
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Fatiga o sensación general de debilidad o malestar.
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hinchazón de las piernas
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Fiebre baja
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Latidos cardíacos fuertes o acelerados (palpitaciones del corazón)
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Dificultad para respirar al acostarse
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Hinchazón del vientre (abdomen)
Aunque los síntomas específicos dependen del tipo de pericarditis. La causa de la pericarditis suele ser difícil de determinar.
Procedimiento de tratamiento de la pericarditis
No existe una prevención específica para la pericarditis. Sin embargo, tomar estas medidas para prevenir infecciones podría ayudar a reducir el riesgo de inflamación del corazón. La mayoría de las veces, las personas con pericarditis solo necesitan medicamentos para el tratamiento de la pericarditis, según la causa sospechada. Sin embargo, si tiene una acumulación de líquido en el pericardio, es posible que necesite drenar el líquido. Si tiene pericarditis constrictiva, es posible que necesite cirugía.
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Medicamentos:
a. Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE): Los AINE, como el ibuprofeno o la aspirina, suelen recetarse como tratamiento de primera línea para la pericarditis. Estos medicamentos ayudan a reducir la inflamación, aliviar el dolor y controlar los síntomas. Por lo general, se usan en combinación con otras terapias.
b. La colchicina: Se puede recetar colchicina, un medicamento antiinflamatorio, para reducir la inflamación y prevenir las recurrencias de la pericarditis. A menudo se utiliza junto con AINE.
c. Los corticosteroides: En ciertos casos, se pueden recetar corticosteroides, como la prednisona, para controlar la pericarditis grave o recurrente. Medicamentos que no responden a los AINE ni a la colchicina. Estos medicamentos ayudan a reducir la inflamación, pero generalmente se usan por un tiempo limitado debido a posibles efectos secundarios. -
Modificaciones de estilo de vida: Hacer ciertos cambios en el estilo de vida puede respaldar el tratamiento de la pericarditis. Estos pueden incluir descansar, evitar la actividad física extenuante y controlar el estrés. El descanso adecuado ayuda a reducir la carga de trabajo cardíaco y promueve la curación.
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pericardiocentesis: En algunos casos de pericarditis con acumulación significativa de líquido (derrame pericárdico) que causa compromiso cardíaco o síntomas persistentes, se puede realizar un procedimiento llamado pericardiocentesis. Durante este procedimiento, se inserta una aguja o catéter en el espacio pericárdico para eliminar el exceso de líquido. Esto ayuda a aliviar los síntomas y reduce el riesgo de complicaciones.
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Cirugía de ventana pericárdica: En casos raros, cuando el derrame pericárdico reaparece o se vuelve crónico, o si hay evidencia de pericarditis constrictiva, se puede realizar un procedimiento quirúrgico llamado ventana pericárdica. Esto implica crear una pequeña abertura en el pericardio para drenar el líquido y evitar una mayor acumulación. Ayuda a aliviar los síntomas y mejorar la función cardíaca.
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Tratamiento de las causas subyacentes: Si se identifica una causa subyacente de pericarditis, como una infección o un trastorno autoinmune, se iniciará un tratamiento específico para la afección subyacente. Esto puede implicar antibióticos, medicamentos antivirales o terapia inmunosupresora, según la causa.
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Cuidados de seguimiento: Las citas de seguimiento periódicas son esenciales para monitorear el progreso del paciente, evaluar la efectividad del tratamiento y ajustar los medicamentos si es necesario. La atención de seguimiento ayuda a garantizar que los síntomas se manejen adecuadamente, que la afección se controle adecuadamente y que cualquier recurrencia o complicación se aborde de inmediato.